sábado, 28 de febrero de 2009

Manitos al Sol











Más y Más Venas Abiertas

El sol sorprende a mis ojos inocentes e iniciales. ¿Será esto lo que esperaba? aunque son muchas formas y casi ninguna se repita. No hay movilidad en mis partes, y cada una de ellas parece responder negativamente a mis preguntas. El asombro llega a lugares extremos en este nuevo mundo para mí, este mundo que parece ser mi única opción después de este año inaugural entre agua y calma. Reconozco sonidos tan intensos que hacen doler mi pequeña alma; también hay mucha más luz: al parecer existe un dios inmenso y lejano aquí, del que todos dependen, un tal sol. Pero tendré tiempo para entender sus locuras: muertes de millones sostenidas por muy pocos, odio ante la tierra y soledad por todos los lados. Yo no conozco nada tan bien como a mi propio dios. Dios que me alimenta y al cual amo sin preguntar. No me abandonará porque de ella vengo y se que moriría por mi. Me manejan y me posan sobre diferentes vidrieras de la sociedad, a la cual poco a poco voy perteneciendo sin poder oponerme. Parece una gran trampa con forma de embudo, en donde la única elección es no elegir. Voy entendiendo sus formas y sin querer las voy adoptando. Mezquindad, egoísmo, dependencia, desigualdad y mentira son algunos de los parámetros fundamentales de esta modernidad tan lustrada. Quizás no sea tan dramático estar aquí, será cuestión de acostumbrarme. Los dos senderos por lo cuales se ve la realidad son cercanos al cinismo: si te descarrilas te quitan la vida y la voz; y si no lo haces, te terminas yendo de a poco. Es decir, la muerte rápida o la muerte lenta. No es tan dramático ¿no?, solo una elección sin sentido, pero elección al fin. Abandoné el vientre y nací. Quizás hubiera sido más sano quedarme un rato mas allí adentro, sin luz pero con la calma que me garantiza el aislamiento y la separación total.

(texto: Quique,29/12/08 )

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